Consiste en mezclar mecánicamente, mediante barrenas o herramientas especiales, el suelo con un cementante.
La principal aplicación de esta técnica es la de estabilizar y mejorar las arcillas blandas y los terrenos con material orgánico. Esta técnica es idónea para generar la estabilización y consolidación de cortes o rellenos, estructuras de contención, terraplenes, carreteras, vías de ferrocarril, así como para mitigar el fenómeno de licuación.
La técnica permite simultáneamente una desestructuración del suelo sin extraerlo, la inyección de una liga cementante a baja presión y hacer una mezcla general del terreno.
¿Cuáles son las ventajas de esta técnica?
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Alto rendimiento.
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Permite formar bloques de suelo: cemento.
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Bajo costo.
Técnicas de mejoramiento de suelos
Obras realizadas con este grupo de técnicas
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