El muro Milán es una estructura de concreto armado, colado en sitio (in situ).
Sirve principalmente como apoyo a las cimentaciones o para contener cortes verticales en excavaciones. Sus aplicaciones en las construcciones civiles son muchas, y entre ellas podemos mencionar obras subterráneas y túneles urbanos (Metro), sótanos y cajones de cimentación de edificios, estacionamientos subterráneos, muelles, presas, silos, canales de gran sección y cárcamos de bombeo de gran capacidad.
La estabilización de las paredes de perforación se logra al utilizar lodos de bentonita o polímeros, material fabricado, regenerado y desarenado en una o varias centrales de lodos de 100 m3/hora de capacidad. La estanqueidad en las uniones de los paneles se obtiene mediante el sistema de junta CWS® desarrollado y patentado en Francia por su casa matriz, Soletanche-Bachy. Consiste en la utilización de juntas metálicas trapezoidales y juntas de neopreno conocidas como Water Stop. Este tipo de juntas permite reducir costos, tiempos de ejecución y aumentar la calidad del muro Milán.
Con el fin de tener un muro continuo e íntegro, así como eliminar posibles “ventanas” y cortes en la estructura, CIMESA utiliza un concreto especialmente diseñado por la empresa y fabricado con la especificación particular de ésta para muro Milán. El colado del muro Milán se realiza con tubería Tremie de acoplamiento rápido y hermético, que consiste en unir los tramos de tubos con un sistema de cable para evitar el uso de cuerdas y coples.
¿Cuáles son las ventajas de esta técnica?
Es estructural y definitivo.
Es estanco.
No requiere muro de acompañamiento.
Estricto control de verticalidad.
Técnicas de sistemas de contención
Obras realizadas con este grupo de técnicas
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